Aunque de máxima importancia, suelen pasar totalmente desapercibidas. Se trata de los elementos perfectos, junto con tiradores y manillas para lograr una perfecta ambietación del entorno. Existen diferentes tipos de patas: de plástico, de hierro o acero de alta calidad, de madera…etc. Las patas pueden realzar el diseño del mobiliario o pasar desapercibidas porque se pretende que cumplan una función de sujeción simple y llanamente, permaneciendo ocultas en el mueble. Si bien es cierto, que existen patas de una calidad altísima, pero esto no está reñido con el tipo de material. La relación calidad precio en las patas de plástico está convenciendo a los fabricantes más exigentes. La forma es un elemento fundamental en la elección de las patas puesto que estas transferirán su personalidad al mobiliario y este al entorno. Podemos encontrar patas con formas muy distintas y adaptables a todos los estilos. Un ejemplo de tendencia es la pata en forma de V, que ha empezado a implementarse con fuerza en distintos mobiliarios. Como ejemplo ilustrativo, también nos ofrece varias alturas. Siguiendo esta linea de pata en forma de V, encontramos sin ir más lejos, el modelo Venka. Fabricada en hierro. Disponible en cromo y níquel y varias alturas. No todo son patas en forma de V. Existen patas con un diseño más sencillo y clásico. Pese a que se trata de un diseño de pata más retro, el mercado sigue produciendo cualquier mobiliario con este tipo de patas. Lo vintage gusta y por ello siguen fabricándose. Tirza encaja en el perfil de lo descrito anteriormente. Es una pata moderna que encaja en los fabricados vintage actuales. Fabricada en hierro y con un acabado en cromo, demuestra que puede aportar valor con un trazado sencillo. Su altura es de 130, al igual que el Helga, proporcionan una sujeción específica para un tipo concreto de diseño. Fabricada en hierro, está disponible en cromo y en una altura de 145. Para otras alturas podemos recurrir a modelos como Uma o Ilonia, que con un diseño parecido ofrecen alternativa en la altura.
