A la hora de iluminar nuestro hogar, hay distintas maneras de colocar las luces: no en vano, y sin olvidar la practicidad, iluminar una estancia (y no digamos una casa entera) es un arte, ya que hay que tener en cuenta los usos que se le va a dar a cada espacio en concreto.Por ello, hablaremos de distintos tipos de iluminación, que enumeramos seguidamente para que se pueda diferenciar sin problemas.
- Tipos de iluminación
- Luz general: parte de una lámpara central. Es la más habitual de encontrar.
- Luz directa: es la que se suele usar para actividades como la lectura, el trabajo de oficina o la escritura.
- Luz de ambiente: se trata de una luz más suave y difusa, que confiere intimidad a un espacio.
- Tipos de bombillas
Según las bombillas que usemos, se distinguirá entre los siguientes tipos de luz:
- Incandescentes: Son las bombillas “normales”, la que se pueden ver en la mayoría de hogares. Son las más baratas, en el momento de adquirirlas, pero su consumo es muy alto, por lo que a veces no compensa.
- Halógenas: Ofrecen más luz que las anteriores, y su consumo energético es muy similar, aunque suelen durar el doble o el triple que las incandescentes. Su uso más habitual es en zonas de paso, como vestíbulos o pasillos.
- Fluorescentes: Suelen colocarse en espacios en los que la luz va a estar mucho tiempo encendida, ya que consumen un 80% menos que las incandescentes y duran 10 veces más. Cocinas, garajes y talleres son las estancias más habituales en las que se ven fluorescentes.
- Lámparas de ahorro energético: La última novedad del mercado tiene un consumo muy reducido, y suelen, como las anteriores, ponerse en espacios en los que la luz está encendida mucho tiempo, ya que tardan varios minutos en funcionar al 100%. La luz que proporcionan es cálida.